No hay oportunidad o evento, en el cual no destaque la importancia de sumar nuevas inversiones mineras. Ayer nomás, a modo de elogio al discurso presidencial durante el inicio de las sesiones legislativas, llamó a "no demonizar a la minería, ni estigmatizar a los pueblos concentrados cerca de los emprendimientos, siempre cuidando del medio ambiente, y buscando desde cada estado provincial que todas las empresas interesadas en participar en la actividad reinviertan una parte importante de las utilidades obtenidas."
Por su parte, la UCR, aunque se muestra más cauta exigiendo que los funcionarios del gobierno den explicaciones sobre la actividad privada de las mineras, no escapa al planteo oficial.
En momentos, en que el relato K comienza a resquebrajarse por la irrupción de problemas estructurales no resueltos (transporte ferroviario, vivienda, trabajo precario, pobreza, etc.) o la demostración ante la opinión pública, de todo el aparato de espionaje ilegal montado por la Gendarmería Nacional (Proyecto X), se hace cada vez menos creíble (y digerible), el verso de que el gobierno puede (y quiere) implementar a través del Estado un control sobre las multinacionales mineras y garantizar también el cuidado del medio ambiente.
Si el discurso oficial se acerca y suena cada vez más al de los 90’ (un refrito de buenos resultados en la macroeconomía, pero que poco llegan a cambiar de fondo la realidad de la mayoría de la población trabajadora), es en última instancia, porque las acciones mismas de gobierno lo respaldan. Y por fuera de los ferrocarriles, es en la actividad minera, donde más se pone al desnudo la realidad del modelo K.
Los voceros de la Unión Industrial de Jujuy, toman el pulso al gobierno y señalan que la única forma de que el estado sea socio de las empresas mineras es a través de las regalías (o sea, como es hasta ahora, debido a que el Codigo Minero prohíbe al Estado intervenir activamente) y por ello, el estado provincial debe atraer inversiones y así cobrar más. El plan oficial, no se diferencia de lo que reclaman los industriales, y por eso, crean la Organización Federal de los Estados Mineros, y en Jujuy, una empresa de Energía y Minería (JEMSE), una especie de Enarsa (que recordemos nunca operó, más que para importar combustibles de otros países). Así el gobierno prepara toda la maquinaria del Estado para continuar facilitando los negocios de las multinacionales mineras ávidas por localizar sus actividades (hay al menos, 6 multinacionales en espera por el litio), en países donde la minería a cielo abierto esta permitida y en donde se cuenta con enormes ventajas fiscales y mano de obra barata, gracias a la vigencia del código minero elaborado durante el menemismo. Y sus consecuencias están a la luz del día, como por ejemplo, hace años denuncian los pobladores de Abra Pampa, quienes en su mayoría tienen sangre en plomo, debido a la contaminación minera, aun no resuelta por los distintos hombres del PJ y la UCR que pasaron por el Estado hasta hoy.
Mostrando el lado oculto del Estado
Un gobierno capitalista como el de Fellner reafirma el sentido histórico del Estado, que ya señalara Marx en el Siglo XIX, como “un comité administrativo de los negocios de la burguesía”. Pero también, muestra la vigencia de la definición de Lenin, al considerar al Estado como “una banda de hombres armados” (recordemos la represión del año pasado que ordenó el Estado provincial, asesinando a tres trabajadores en Ledesma, al salir en defensa de las tierras del empresario Blaquier; o hace semanas, la represión sobre los ambientalistas en Belén, Amaicha y Tinogasta).
Las acciones de los grupos ambientalistas y pobladores contra la megaminería muestran desde donde se puede comenzar a frenar el saqueo y la contaminación. Ante las maniobras de desgaste de los gobiernos (represión, patotas y falsos discursos), poner en pie una fuerte campaña de denuncia contra la represión y el espionaje, junto al planteo de rechazar la minería a cielo abierto y conquistar el control obrero y de los pueblos originarios de los empresas mineras y sobre los recursos naturales, es la única vía para organizar de manera independiente del Estado y los partidos patronales, a todos aquellos trabajadores, estudiantes y pobladores dispuestos a frenar el saqueo minero y a iniciar un uso racional de los recursos.
http://www.lahoradejujuy.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=36997:gobierno-estado-y-mineria-en-jujuy-entre-el-relato-oficial-y-la-realidad&catid=90:politica&Itemid=279
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